4 per. 20 min. 200 cal.
bacalao desalado ( 120
gr. )
pimiento rojo ( 4
uds. )
ajo ( 4 dientes )
aceite de oliva vírgen extra
Paso 1:
Escoge
un método para asar los pimientos. Si posees cocina de gas, puedes ponerlos
directamente sobre la llama y darles vueltas de vez en cuando conforme se les
vaya chamuscando la piel. Es un sistema que exige cierta atención para que no
se quemen. Otra opción es, tras embadurnarlos de aceite, colocarlos en una
fuente que se cubrirá con papel de aluminio y meterlos al horno precalentado a 180ºC durante unos 30
minutos. Estará hecho cuando presente la piel arrugada. De todas formas, si
tienes ocasión de asarlos en un horno de leña o unas brasas, no la
desaproveches: les dará un sabor ahumado delicioso.
Paso
2:
Una
vez asados los pimientos, deja que se atemperen un poco y retírales la piel, el
tallo y las semillas. Cuando te hayas quedado sólo con la carne, rásgala en
tiritas finas. No uses cuchillo ni tijeras: la tradición del esgarraet
valenciano manda
que se haga con las manos.
Paso
3:
Pica
los dientes de ajo. Según las características de los comensales puedes optar
por picarlos finamente, para que esté más integrado, o más gruesamente, para
que si alguien lo desea pueda apartarlo con facilidad. El sabor ya se lo habrá
aportado la maceración.
Paso
4:
Desmiga
el bacalao en tiras finas también manualmente. Dispón todos los ingredientes en
un cuenco de vidrio, riégalos generosamente con aceite de oliva virgen extra y
cubre todo con papel film. Déjalo reposar en la nevera un mínimo de cinco
horas, aunque lo ideal es que macere un día entero.
Paso
5:
Cuando esté listo para servir, pruébalo de sal. No tendría por qué
necesitarla, ya que el bacalao seguramente le proporcione toda la que necesite,
pero en el caso de que le falte un poco, distribuye unas cuantas escamas de sal
por encima.